Vivimos en una sociedad cómoda en la que el esfuerzo físico ya no es necesidad. Los desplazamientos por pequeños que sean son en medios de transporte o subimos dos plantas en ascensor. Las kcal de los alimentos son muy fáciles de conseguir. No pasamos ni frío ni calor manteniéndonos amparados por calefacciones, aire acondicionado e incluso utilizamos indumentaria que genera calor (noticia).
Toda esta comodidad está generando desadaptaciones que nos hacen depender de medios externos para poder sobrevivir.
Nuestros antepasados tuvieron que sobrevivir a varios periodos llamados de “Glaciación”. El último ocurrió solo hace unos 12.000 años y aunque visto desde el punto moderno todo esto parezca “incomodo” puede ser que el estrés térmico por el frío sea bueno para la salud.


Muchas veces hemos escuchado en las noticias que un bebe ha sobrevivido a una noche en la calle en pleno invierno (noticia). Puede parecer imposible que un ser tan aparentemente débil e indefenso pueda hacerlo, pero realmente para aguantar el frío pueden estar más preparados que los adultos a pesar de no poder tiritar (mecanismo de protección frente al frio).
Realmente la naturaleza y posiblemente adaptaciones de nuestros antepasados que sobrevivieron a esas glaciaciones nos dieron una protección que ha permitido a esos bebes sobrevivir y a nosotros como adultos ventajas extras para no tener frío y para consumir más kcal, la grasa parda.
Aunque los más conocidos son los adipocitos blancos, las células que forman el tejido adiposo o más coloquialmente los “michelines”, también existen adipocitos marrones y estos también contienen grasa.
La gran diferencia entre ellos es su composición. Los adipocitos blancos tienen aproximadamente un 95% de grasa y se utilizan simplemente como depósito energético y los adipocitos marrones (existentes en casi todos los mamíferos) contienen gran cantidad de mitocondrias y su función es producir calor en respuesta a temperaturas frías.


Hace años se pensaba que la grasa parda desaparecía tras la infancia, pero la investigación reciente ha demostrado que se mantiene y se concentra en cuello, espalda alta y pecho. Y lo más interesante es que con la exposición controlada al frío no solo se activa, sino que también puede desarrollarse (estudio, estudio). En ello está implicada entre otros la proteína PGC-1α generadora de cambios en la modulación de genes relacionados con el metabolismo energético y la creación de nuevas mitocondrias (estudio)
Según la investigación las mujeres tienen mayor cantidad de grasa parda (también su porcentaje de grasa total es superior al de los hombres). Incluso un estudio optimista, afirma que tan solo 50gr de grasa parda pueden suponer el 20% del gasto energético total diario.
Debido a estos descubrimientos se está investigando como estimular el desarrollo de este tejido como método contra la obesidad y las enfermedades metabólicas (estudio, estudio)
La grasa parda no solo puede utilizar los triglicéridos que tiene almacenados, sino que es capaz de absorber la glucosa en sangre (estudio) siendo una potencial herramienta en la lucha contra la diabetes (estudio)
Uno de los mejores métodos para desarrollar la grasa parda es el frio controlado, pero además la exposición al frio tiene otras ventajas:
· Activación de la hormona Adiponectina (estudio), hormona que participa en el metabolismo de glucosa y ácidos grasos. Según algunos estudios aumenta la sensibilidad de la insulina (estudio)
· Fortalece el sistema inmune siempre que sean exposiciones cortas e intensas (estudio, estudio). Parece ser que los hombres tienen mejor respuesta inmune que las mujeres al mismo estimulo (estudio)
· Promueve la renovación mitocondrial (estudio) y aumenta la esperanza de vida (articulo), aunque de momento solo está demostrado en animales.
. La combinación de ejercicio y frío parece incrementar la biogénesis mitocondrial (cambios en el contenido de estas en % respecto al tejido, como en su composición) mediante la activación de PGC-1α y esto puede ser un buen aliado del rendimiento deportivo (estudio, estudio)
· Disminuye el dolor en diversas patologías (estudio) mediante la activación de neurotransmisores
Recomendaciones:
Ø Realizar estímulos de frío cortos pero intensos como: acabar la ducha con 1-2 min de agua fría incidiendo en la zona del cuello, espalda y pecho, pasar unos minutos en invierno con poca ropa, sumergirse en aguas frías, etc.
Ø No llegar a tener escalofríos ni temblores para evitar que afecten al sistema inmune y realizar en el momento adecuado y siguiendo una buena dieta como ya vimos en otra entrada
Ø Si sufres problemas metabólicos comienza cuanto antes a realizarlo, aunque la investigación en este campo todavía es pequeña, el futuro es prometedor. Hay una curiosa teoría que indica que la diabetes puede ser una ventaja frente al frío
Ø En caso de realizar deporte al aire libre en clima frío es conveniente realizar una aclimatación a este mediante estos estímulos y la promoción de grasa parda, pero puede ser una buena opción para mejorar el rendimiento mediante un nuevo estímulo

