La percepción de uno mismo puede afectar no solo a nuestra imagen, sino a nuestra salud. Las emociones negativas (ansiedad, tristeza, ira, etc.) pueden suponer cambios fisiológicos en el sistema nervioso, pero también cambios en el sistema inmune y hormonal. En una reciente investigación se ha demostrado que los pensamientos negativos repetitivos están asociados a un aumento del deterioro mental y placas de beta-amiloide (estudio)
Según algunas publicaciones a lo largo del día somos capaces de generar aproximadamente 60.000 pensamientos. Un 95% de ellos surgen de forma automática, pero la mayor parte de ellos son negativos (80%).
Por lo que la parte consciente de nuestros pensamientos debería ser positivos. Si pensamos que estamos sanos, estaremos más sanos. Si pensamos que somos fuertes, conseguiremos ser más fuertes. Si pensamos que somos jóvenes, seremos más jóvenes.
Estas frases tan optimistas que pueden sonar muy motivacionales son pura realidad. Tener pensamientos positivos no solo nos hace ser mejores en la parte mental, también en la física. Resulta que el cerebro es una gran farmacia que puede darnos lo que más necesitamos.
Vamos a ver unos ejemplos:
1. Rejuvenecer
En 1981 se realizó un interesante estudio con personas mayores (entre 70 y 80 años). Pasaban una semana en unas instalaciones que replicaban el ambiente de 22 años antes (televisión y música de la época, incluso decoración con electrodomésticos). Además no tenían ningún espejo. Se les trataba como si tuvieran 20 años menos sin ayudarles y proponiéndoles tareas más complejas.
En solo una semana había mejorado la fuerza, flexibilidad y postura. Pero también mejoraron el desempeño en pruebas de inteligencia, audición, visión e incluso sus dedos eran más agiles. Es decir, el pasar una sola semana teniendo percepción de ser 22 años más jóvenes les había rejuvenecido.


La autora de estudio, Ellen Langer, dice que no es nuestro estado físico lo que nos limita si no la mentalidad de nuestros propios límites. Lo que nuestro cuerpo necesita es el estímulo psicológico que desencadene la auto-curación del cuerpo.
El cuerpo no puede lograr si antes la mente no lo ha conseguido imaginar.
2. Pérdida de peso
Otro estudio realizado con trabajadoras de limpieza de hotel consiguió grandes resultados en la mejora de composición corporal en solo cuatro semanas. Se dividieron dos grupos, uno de ellos recibía información de cómo su trabajo representaba una buena forma de ejercicio y detallando la cantidad de kcal que consumían con cada actividad, mientras el otro no recibía ninguna información.
Al acabar el periodo de investigación solo se vieron mejoras en el grupo que recibió la información. Perdieron 1kg de media, disminuyeron el índice cintura/cadera (indicador de salud) y el % de grasa medido mediante bioimpedancia, pero además consiguieron disminuir la tensión arterial.
La conclusión de los investigadores es que la percepción del ejercicio influye en el beneficio.
3. Salud
Hay muchas evidencias sobre como el estado de ánimo negativo está muy relacionado con el incremento de infecciones y la vulnerabilidad a diversas enfermedades (estudio). La liberación de la inmonuglobilina A, el anticuerpo considerado como la primera línea de defensa contra el resfriado común, esta reforzado por una actitud positiva (estudio). Sin embargo las emociones negativas provocan una producción sostenida de citoquinas proinflamatorias causantes de muchas enfermedades cardiovasculares, artritis, diabetes, ciertos tipos de cáncer y hasta el retraso en cicatrización de heridas (estudio).
Es decir, ser feliz y tener una mentalidad positiva nos hará estar más saludables y tener menor probabilidad de problemas físicos. En este sentido hay una gran película basada en hechos reales que muestra esto perfectamente


4. Mejora del rendimiento
En 2012 se publicó un interesantísimo estudio con 26 deportistas entrenados. Realizaban una prueba convencional de VO2max incremental (subir 1km/h cada minuto) y con un día de diferencia se realizaba a la mitad del grupo el mismo test y a la otra mitad una prueba decreciente comenzando con una velocidad un punto superior a la alcanzada en la prueba inicial.
Los resultados mostraron que al repetir el test los resultados fueron idénticos en el primer grupo, pero sorprendentemente los resultados del VO2max del segundo grupo fueron de media un 4,4% más altos.
Pero lo más sorprendente es que los sujetos del segundo grupo que realizaron una prueba de esfuerzo convencional varios días más tarde mantuvieron su nuevo máximo casi un 5% más alto.


Es decir, aquellos que sabían que podían llegar a un límite más alto consiguieron llegar. La gran mayoría de las veces la limitación es mental y si en algún momento conseguimos superarla, sabemos que podemos volver a llegar a ella.
Resumen:
- La salud depende mucho del comportamiento y poco de la suerte. Si creemos que el azar es la causa principal de la enfermedad tendremos peores hábitos y estados de ánimo más negativos y pesimistas. El comportamiento depende de nuestras propias creencias y creer que podemos mejorar la salud hará que la mejoremos.
- Todos los sujetos con gran capacidad de superación y motivación se mantienen más jóvenes de lo que aparenta su edad. Busca retos y lucha por ellos para vivir mejor.
- Toma un papel activo en tu vida (la situación es resultado de nuestras propias acciones y decisiones). Si quieres conseguir algo primero lo tienes que tener en tu mente y creerlo, así podrás esforzarte más y trabajar para conseguirlo (ser más fuerte, más saludable, perder peso, ser más feliz).
- Tus decisiones y actos tienen más importancia que tus circunstancias. Si no tienes esta forma de ver la vida conviene que la cambies, por el bien de tu mente y el de tu cuerpo.
- Cuida de tu cuerpo cuidando primero tu mente, limitando los pensamientos negativos y tratando de no pasar un solo día sin un reto y un objetivo a conseguir, sea el que sea.